martes, 23 de marzo de 2010

Albareda: cauce, surco, itinerario y caudal

Conferencia Albareda: notas (1902-1966)

Para entender a Albareda hay que decir que es el resultado intelectual de farmacéutico aragonés con un producto de la postguerra.

Por un lado: Heredero de una tradición que busca redimir ese suelo roto, malo e improductivo de Aragón.

Primero estudian las plantas (siglos XVII-XVIII), luego intentan introducir nuevos cultivos, patata etc.

El culmen llega con Albareda que quiere cambiar el suelo o usar cada suelo para un cultivo más rentable. Lo amplia a toda España.

Caso de los plásticos en Almería.

Por otro lado: España no tiene dinero. Comprometida Europa en II guerra mundial. Aislada luego por sus vecinos. ¿Cómo se investiga con cero de presupuesto? ¿Qué dinero se puede dedicar cuando la gente se muere de hambre?

VAMOS A HACER historia.

Origen de la familia Albareda

DATO: Primer familiar de Albareda; Siglo XVII: don Nadal Aubereda. Vivía en Argensola, cerca de Montserrat perteneciente al Obispado de Vic.

Puede ser que procedieran del pueblo francés de Auberede.

Su hijo vivió en la villa de Montblanch y se llamaba Andrés.

Nieto de este, José Aubereda Casas se traslada a Caspe en 1770.

Se casa con Vicenta Vailén, caspolina y ya no abandona el lugar.

Profesión maestro de obras. Escultor cantero tal vez.

Tras unas generaciones, nace en Caspe en1828 Manuel Albareda Cantavilla, escultor de imágenes religiosas.

Entre sus hijos y nietos creó escuela.

Empiezan los farmacéuticos

Manuel Albareda Ravinad a mediados del siglo XIX opta por los estudios de Farmacia.

Su hijo Teodoro Albareda Mánguez heredaría la Farmacia Albareda en Caspe. Su hermano pequeño, Enrique estudió ciencias en la Universidad de Zaragoza, muriendo joven.

Contrajo matrimonio con Pilar Herrera Ginés el 22 de octubre de 1872.

Del matrimonio nacieron:

Manuel: Abogado

Teodoro: Asesinado en la guerra civil con su padre.

José María: farmacéutico.

Ginés: poeta

José María Albareda

(1902-1966)

José María Albareda Herrera nació en Caspe (Zaragoza) el 5 de abril de 1902.

Estudió la carrera de Farmacia en la Universidad Central de Madrid y luego Ciencias Químicas en la de Zaragoza. Se doctoró en Farmacia en 1927 y en Ciencias en 1931.

En el período comprendido entre ambos doctorados obtuvo la Cátedra de Agricultura de Huesca en 1928.

Formación en el extranjero

Comienza su formación en el extranjero, especializándose en las ciencias del suelo (Edafología) en Bonn, Zurich, Königsberg y diferentes localidades del Reino Unido. Becado por la Junta de ampliación de estudios e investigación científica (JAE).

En 1939 es director del Instituto de Enseñanza Media Ramiro de Maeztu y es elegido secretario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cargo que desempeñaría hasta su muerte.

En 1940 obtiene la Cátedra de Mineralogía y Zoología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Madrid, que luego se transformó en Geología Aplicada.

En 1959 se ordenó sacerdote del Opus Dei, al que pertenecía desde 1937. Antes había sido de la Asociación católica de propagandistas.

En 1960 fue nombrado rector de la Universidad de Navarra. Sustituyendo en el cargo a don Ismael Sánchez-Bella, que quedó como vicerrector. Como secretario fue elegido don Juan Antonio Paniagua, recientemente fallecido.

El 27 de marzo de 1966 fallece en Madrid a la edad de 64 años.

Obra

Nos encontramos ante un personaje singular, que además de un trabajador incansable, era un apasionado de la química del suelo y de la naturaleza. Introdujo esta ciencia en España. Este hecho, unido a su formación básica como farmacéutico y como químico, hizo de él una piedra angular de la investigación en España. Además en 1939 se le encomendó pilotar un ambicioso proyecto de reforma de la casi inexistente investigación en España, en situación de extrema pobreza, pues salía de una crudelísima guerra civil (en la que Albareda había perdido a su padre y a su hermano a manos de unos grupos anarquistas).

Su obra escrita consta de más de 200 artículos en revistas nacionales e internacionales, cinco libros (entre los que cabe citar por su relevancia, El Suelo, 1940 y Consideraciones sobre la investigación científica, 1951). Las conferencias registradas son incontables.

Pero su obra maestra es el CSIC, del que Severo Ochoa dijo en 1975: “sin Albareda, el CSIC tal vez no habría existido y sin él no hubiera llegado la biología y en particular la bioquímica española a alcanzar los niveles de desarrollo que tiene en la actualidad”.

Y Gregorio Marañón: “Si, a veces, el autor, el investigador, el artista, es inferior a su obra, en otras ocasiones, la personalidad humana desborda lo creado”.

En 1966 el CSIC tenía 180 institutos y centros repartidos por toda la geografía nacional. Más de 2500 científicos trabajaban en dicha institución.

Cuentan diferentes personas que le conocieron y trataron que era frecuente verle vestido de ropa de campo con su piqueta en mano y con muestras de tierras o de rocas de diferentes zonas. Era, de pueblo al fin y al cabo; un amante profundo de la naturaleza. Por supuesto, se sabía seguidor de la huella de los grandes farmacéuticos botánicos españoles que habían introducido los diferentes cultivos de tantas plantas nuevas en los siglos anteriores.

Como colofón he de reseñar que el profesor Albareda fue una de las personas clave en la fundación de la Universidad de Navarra a todos los niveles.

Corolario

La ley de desmemoria histórica ha sido especialmente injusta con él.

Albareda ha sido injustamente olvidado. Ningún centro del CSIC lleva hoy su nombre. Incluso el Instituto de Edafología ha sido renombrado como de ciencias del suelo y agricultura.

Su estatua, que presidía un patio del edificio central del CSIC en Madrid, ha sido retirado y se está buscando en qué sótano ha acabado.

La página web del CSIC apenas menciona su figura y sus casi 30 años a cargo de la institución.

Cruel España. Se nos quiere hacer ver que todo lo que se hizo por parte de cualquiera durante ese período de la historia fue malo y malintencionado. Pues no.

Pero lo positivo de todo esto es que hoy lo recordamos aquí. No hace falta que nadie lo defienda. Su currículo es uno de los más impresionantes del siglo 20.

Finalizar leyendo currículum de Albareda, orgullo de Aragón, de España y de la humanidad.

Conferencia pronunciada el 17 de marzo de 2010 en el Civivox Iturrama. Pamplona.

miércoles, 10 de marzo de 2010

La primera universitaria navarra pudo ser farmacéutica

La casualidad acaba de brindarnos un dato sorprendente y desconocido para mí.
El profesor Angel García-Sanz Marcotegui, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Pública de Navarra, comentó que la primera universitaria navarra fue Juana Clotilde Echeverría Madoz, natural de Vera de Bidasoa (Bera).
Según consta en el libro de Consuelo Flecha García (de la Universidad de Sevilla) "Las primeras universitarias de España", habría nacido en 1884 y estudiado en Valladolid y Madrid.
Hay que seguir trabajando el asunto ya que en Valladolid no ha había (ni hay, que yo sepa) facultad de Farmacia, pero lo que parece cierto es que se licenció en la Universidad Central de Madrid, cuya Facultad de Farmacia se había creado en 1845, en agosto de 1907.
Según datos del profesor García-Sanz, luego trabajó en una farmacia de Madrid, razón por la que no consta en los archivos del colegio de Navarra como colegiada.