FCA: cita para el fin de semana

La montaña, como la verdadera sabiduria, da al hombre sus propias diminutas dimensiones. Pero es natural que el egoísmo, haciendo de pigmeos protagonistas, levante tinglados homocéntricos, llenos de apariencia.

JM Albareda

Otra joya

Investigar es, para algunos, haber aprendido una vez muy bien una técnica y pasarse la vida aplicándola. Y así la necesaria continuidad degenera en rutina. Mientras, surgen en el horizonte otros intentos, otros temas e inquietudes. Pero el investigador sin empuje continua pasando y traspasando. En realidad ha dado ya cuanto podía dar, al no ser apto para tomar derroteros nuevos, y en su afán de supervivencia científica confunde el esfuerzo de la marcha con la indolencia del ir y venir por una misma calle. Confunde la ruta con la rutina.

JM Albareda

Sobre la genialidad

Debo desvanecer la curiosa opinión de muchos de mis compañeros de que pueden hacerse descubrimientos casuales, por intuición o suerte. No se llega a hacer ninguna obra científica seria, ni descubrir nada, si no se trabaja intensa y prolongadamente. La suerte ayuda a los que la merecen por su preparación y su laboriosidad; las obras geniales son frecuentemente el resultado de una larga paciencia.

JM Albareda

Consideraciones

El estudio, como todo trabajo, es una justificación del vivir, una ejemplar cuenta de gastos de un tesoro, de una energia, la vida; y ello, no solo en la sociedad actual, sino en relación con las pasadas. Porque el patriotismo se levanta pensando en las grandes obras pasadas; nuestros antecesores descubrieron mundos, fundaron ciudades, levantaron catedrales, escribieron novelas, dramas, obras místicas. Y nosotros, ?qué hacemos? ?Qué hacemos si somos estudiantes o profesores y no estudiamos?
Albareda

Albareda en estado puro

Terminar no es f?cil. Y las cosas a "medio hacer" son incompatibles con la investigaci?n.

Una tercera para el fin de semana

En las llanuras del saber, el empuje interno del investigador hondo yergue culminaciones, pequeñas elevaciones, vértices agudos o dilatadas cordilleras. Hombre generoso, entrega a sus discípulos la totalidad de su saber y el fruto maduro de su pensar; entonces esta cumbre científica influye en cuanto le rodea y le va levantando hasta su nivel propio; actuando sobre ese nivel, los discipulos de mayor empuje le rebasarán; se cumplira aquella definición del buen profesor: el que saca discipulos que le superan.

Otra de Albareda, mejor aún (si cabe)

No basta trabajar; es preciso una ruta.

Hay mentes que se sienten atraidas por todos los problemas y desparraman su atención en un mundo de actividades diversas; como los radios de un centro, se dirigen en todas las direcciones y, al hacerlo por igual en todas ellas, resultan como superficies esféricas. La esfera es la imagen del hombre enciclopédico. Al querer caminar uno mismo en todos los sentidos se afirma, una personalidad individualista, que quiere constituir un mundo cultural por si mismo, que no busca enlaces ni se apoya en labores gemelas. Las esferas tienen sólo puntos tangenciales de contacto, no forman calzada ni sillería; resbalan y ruedan entre si, sin conexión ni engarce; viven en egoísta concentración; tienen una minima comunicación —superficie minima— con el exterior : mínima y rebelde a la union, a servir de apoyo o de enlace.

Otra de Albareda

La Creación es un pensamiento divino. La Ciencia no es sino un intento de deletrear ese pensamiento. Es como una revelación natural. El estudio lleva a Dios.

Consideraciones sobre la investigación científica. p. 32

Un investigador de primer orden

El siguiente trabajo publicado en Albarelo fue uno muy especial: sobre uno de los hombres de ciencia más grandes y a la vez más olvidados de la España del siglo XX: José María Albareda Herrera, farmacéutico de tercera generación de Caspe, en plena ruta del Camino de Santiago desde Cataluña.

La primera farmacéutica

Ante los datos publicados por la propia revista del COFNA, Albarelo, sobre el número de colegiadas, se comenzó una investigación sobre quien pudo ser la primera colegiada en un colegio compuesto en su día exclusivamente por hombres.

Pedro Gregorio Echeandia

Tras el análisis de la vida y obra de Pedro de Viñaburu, publicamos en Albarelo unos apuntes sobre la vida y obra de otro Pedro, natural de Pamplona, pero que trabajó en Zaragoza y allí alcanzó la cima de su saber. La fortuna le dio la espalda y este gran boticario murió en la más completa miseria. Se trata de Pedro Gregorio Echeandía.

Pedro de Viñaburu, en primicia

Tras varios años de estudio, decidí publicar en primicia la vida y obra de Pedro de Viñaburu Poza en Albarelo.

Se trata de un boticario señero en su época, que además fue padre de dos farmacéuticos: Elias Viñaburu y Pedro Antonio de Viñaburu.

Historia del colegio de Farmacéuticos de Navarra

En el número siguiente de Albarelo, publicamos unas pinceladas de la Historia centenaria del colegio de farmacéuticos, fundada como Cofradía de San Cosme y San Damián a finales del siglo XV.

En Albarelo

Enlace del primer artículo sobre Historia de la Farmacia en Albarelo.

El tema fue "Amemus profesionem". Explicar la grandeza de la profesión farmacéutica.