Debo desvanecer la curiosa opinión de muchos de mis compañeros de que pueden hacerse descubrimientos casuales, por intuición o suerte. No se llega a hacer ninguna obra científica seria, ni descubrir nada, si no se trabaja intensa y prolongadamente. La suerte ayuda a los que la merecen por su preparación y su laboriosidad; las obras geniales son frecuentemente el resultado de una larga paciencia.
JM Albareda
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